Estudia los temas de la cultura, la vida económica-social, del matrimonio, la familia, de la comunidad política, de la paz y la comunidad de los pueblos, a través de la luz de la visión antropológica cristiana y la misión de la Iglesia.

Todo ello lo hace a partir de la persona y en dirección a la persona, « única criatura terrestre a la que Dios ha amado por sí mismo ». La sociedad, sus estructuras y su desarrollo deben estar finalizados a « consolidar y desarrollar las cualidades de la persona humana ».

La Iglesia aparece con un rostro rejuvenecido, solidario con el género humano, como alma de la sociedad que debe renovarse en Cristo.

La sociedad debe estar finalizada a desarrollar las cualidades de la persona humana. La iglesia debe estar en continuo diálogo con el mundo.